¿Cómo quitar el óxido de las herramientas? 3 métodos BARATOS

El óxido en las herramientas es un elemento común en nuestro trabajo. Sin embargo, este elemento se ve en gran medida influenciado por cómo se mantienen en resguardo las herramientas, por lo que con menos cuidado, más probabilidades de oxidación.

¿Encontraste una herramienta viejita que te gustaría restaurar? Aquí te enseñamos cómo quitar el óxido de las herramientas con métodos baratos. ¡Es muy probable que tengas todo ya en casa!

1. Vinagre Blanco

  • Materiales:

    • 1 litro de vinagre blanco (puedes ajustar la cantidad según el tamaño de la herramienta)
    • Un recipiente de vidrio o plástico lo suficientemente grande para sumergir la herramienta
    • Cepillo de alambre o estropajo de acero
    • Agua para enjuagar
  • Pasos:

    1. Llena el recipiente con vinagre blanco y sumerge completamente la herramienta oxidada.
    2. Déjala en remojo entre 8 y 24 horas, dependiendo del nivel de óxido.
    3. Retira la herramienta y frota el óxido con un cepillo de alambre o estropajo de acero hasta eliminarlo.
    4. Enjuaga la herramienta con agua para eliminar restos de vinagre.
    5. Sécala completamente para evitar la aparición de óxido nuevo.
  • Ventajas:

    • Económico y fácil de conseguir.
    • Elimina incluso el óxido muy incrustado.
  • Desventajas:

    • Necesita tiempo de remojo prolongado.
    • Puede dejar un olor fuerte en las herramientas.

2. Bicarbonato de Sodio

  • Materiales:

    • 1/4 de taza de bicarbonato de sodio (ajustable según la herramienta)
    • Agua
    • Cepillo de alambre o trapo
    • Agua para enjuagar
  • Pasos:

    1. Mezcla el bicarbonato de sodio con un poco de agua para formar una pasta espesa.
    2. Aplica la pasta sobre las áreas oxidadas de la herramienta.
    3. Deja que actúe durante 1-2 horas.
    4. Frota el área con un cepillo de alambre o un trapo hasta que el óxido se desprenda.
    5. Enjuaga con agua y seca bien.
  • Ventajas:

    • Suave y menos agresivo que otros métodos.
    • Ideal para óxidos ligeros.
  • Desventajas:

    • No es tan efectivo en óxido profundo o muy adherido.
    • Puede requerir varias aplicaciones en óxidos resistentes.

3. Limón y Sal

  • Materiales:

    • Sal (aproximadamente 2-3 cucharadas por herramienta)
    • Jugo de limón (1 limón grande o más, según sea necesario)
    • Cepillo de alambre o estropajo
    • Agua para enjuagar
  • Pasos:

    1. Espolvorea una capa gruesa de sal sobre las áreas oxidadas de la herramienta.
    2. Exprime el jugo de un limón sobre la sal hasta que esté bien cubierto.
    3. Deja reposar durante 2-3 horas.
    4. Frota con un cepillo de alambre o estropajo hasta que el óxido se desprenda.
    5. Enjuaga y seca bien.
  • Ventajas:

    • Método natural, sin químicos agresivos.
    • Eficaz en óxidos ligeros y moderados.
  • Desventajas:

    • No es ideal para óxido muy incrustado.
    • Puede dejar residuos pegajosos si no se enjuaga bien.

 

Con estos métodos podrás mantener y recuperar tus herramientas en excelentes condiciones. Es importante que les des un espacio de almacenamiento asignado donde puedan librarse del óxido por un largo tiempo. ¡Siempre mantén tus herramientas limpias y guardadas!

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